Estoy de regreso
en mi habitación.
El torvo demonio
se refugia en una esquina,
me mira sin comprender.
Y yo sonrío...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Las palabras son pequeños cuerpos astrales, y cada vez que los unimos en oraciones formamos universos paralelos donde al verbo se le da sentido y forma. Así podemos conformar millares de galaxias, cada una con sus propios soles, lunas y planetas. Y, por supuesto, de vez en cuando se puede arrojar un brillante cometa...
No hay comentarios:
Publicar un comentario