domingo, 10 de abril de 2011

The Small Bang

(Publicado originalmente en Facebook el miércoles, 07 de abril de 2010 a las 22:00)

Llegó a casa, ansioso por abrir la caja que transportaba bajo su brazo. La colocó en la mesa, y, acto seguido, sacó de la misma la pequeña estatuilla de un mono. Según el dependiente de la tienda, representaba a un viejo dios egipcio llamado Thot, poseedor y dueño absoluto de la palabra. Pero su mayor atributo es ser considerado la lengua del que trae el universo a la existencia.

Lo ubicó en el pequeño altar que había armado para tal fin, encendió las velas, el incienso, y comenzó a pedirle al extraño dios que le explicara por que, por quien y como fue creado el universo. Así estuvo durante dos días, apenas abandonando la letanía para ir a comer.

Nadie sabe que ocurrió entonces. Preocupado porque no iba a trabajar ni respondía el teléfono, un amigo llamó a la policía. Como nadie respondió cuando tocaron la puerta, decidieron forzar la entrada. Lo encontraron junto al altar, acurrucado, con el rostro desencajado, insensible a los llamados, ausente de todo.

Nunca se recuperó del trance. Entró en un estado semi vegetativo, y los médicos no daban con la razón. Las enfermeras del sanatorio comenzaron a correr la voz sobre el nuevo paciente que no hablaba, pero que al mirarlo fijamente a los ojos, se podía detallar soles, planetas, estrellas y galaxias en plena formación.

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